No te acerques a personas que no te hagan sentir importante

No te acerques a personas que no te hagan sentir importante

El bienestar psicológico aumenta cuando dejas de acercarte a personas que te han tratado mal, que no te valoran, que te hacen parecer ridículo o poca cosa, que te han insultado, ignorado o no han contado contigo.

Te recuerdo que no sirve de nada hacer esfuerzos desgastantes para ser aceptado, acompañado o querido.

Hay mucha gente que está deseando estar contigo, búscala: apúntate a actividades nuevas, haz un viaje, revisa tu agenda o queda con aquellas personas con la que recuerdas haberte sentido acogido.

En ocasiones no es una patología, es un mal hábito

En ocasiones no es una patología, es un mal hábito

En ocasiones tendemos a creer que padecemos enfermedades o trastornos, cuando en realidad son malos hábitos creados por: la falta de voluntad, la ausencia de experiencias, la normalización de lo que no es normal, valores mal construidos, relaciones dañinas, imitación de modelos no adecuados, falta de formación, una mala alimentación, escasez de herramientas para el control del pensamiento, culpas, carencias o autorreproches.

Los malos hábitos pueden provocar un problema de salud física, emocional, mental o psicológica y convertirse en patología.

Antes de caer en un trastorno, ponte firme contigo y opta por acercarte a aquello que te aporta bienestar y hace sonreír sin dependencias

El éxito depende de tu realidad, a partir de ahí, es cuestión de trabajo

El éxito depende de tu realidad, a partir de ahí, es cuestión de trabajo

Para alcanzar tus sueños y tener éxito, primero plantéate si tienes las competencias que precisa ese proyecto. Hay aptitudes que puedes aprender, trabajar y mejorar con esfuerzo, pero hay otras que son imprescindibles para desempeñar determinadas profesiones y puede suceder, que tu parte humana no cuente con ellas: agudeza visual o auditiva, edad, ausencia de enfermedades crónicas, síndromes y alergias, altura, sensibilidad, ritmo, dureza, etc. Si la falta de una competencia en tu parte humana es el motivo de la futura falta de éxito y lo has constatado, no te entristezcas, afronta, analiza y resuelve sin quejas, con la dignidad propia de saber que, en esas competencias que te faltan, no va tu valía. Procura no desgastarte (hablaremos un día de ello) y cambia el rumbo en cuanto te permita tu cabezonería, céntrate en la búsqueda de un nuevo rumbo sin renunciar nunca a los que te apasiona. Hay actividades que nos apasionan y no necesariamente debemos profesionalizar todo.

A partir de ahí, elimina la gandulería, las excusas, la dejadez y las drogas. Trabaja duro, estudia, ponte cerca de personas luchadoras y exitosas, busca ayuda en lo que te cueste y un acompañamiento afectivo motivador, se perseverante, insiste y continua.
Esfuérzate. Por qué haces las cosas, el cómo las haces y el dedicarle el tiempo necesario, solo puede llevarte al éxito, siempre que ese ÉXITO, dependa de ti.
Fórmula del Éxito: Por qué + Cómo + Acción 100% = Éxito

Ser guapo o feo depende de una suerte genética

Ser guapo o feo depende de una suerte genética

Ser guapo o ser feo está sujeto a la suerte. El que sea guapo que dé gracias a la vida, porque no hizo esfuerzo. El que haya nacido con una buena memoria, que dé gracias a la vida, el que tenga padres adecuados que dé gracias a la vida, el que tenga hijos sanos que dé gracias a la vida… y así con cada cosa o con cada situación con la que haya sido premiado. Pero no queramos tener suerte en todo porque es imposible y terminarás viviendo con una frustración constante. Hay virtudes con las que nacemos, pero hay muchas otras que al trabajarlas se consiguen. Si algo he aprendido durante los años de experiencia clínica es que: cultivar la inteligencia, cuidar tu aspecto físico, rodearte de personas que te aprecian y valoran, cuidar tu entorno o ayudar a tu comunidad, entre otras cosas, aumenta tu autoestima y consigue relativizar determinadas carencias, que en un principio parecían insalvables.

Que tus proyectos sean más grandes  que los problemas que tienes.

Que tus proyectos sean más grandes que los problemas que tienes.

A lo largo de la vida todos pasamos por etapas donde las dificultades nos desbordan, donde los problemas son de tal magnitud que nublan nuestro presente. Es en esos momentos de dolor, donde necesitamos que alguien nos ayude a respirar hondo y nos acompañe en un proceso de búsqueda de proyectos nuevos que nos hagan vivir la dureza del presente con ciertos momentos de aliento. No nos referimos a evadir nuestras responsabilidades, ni a huir del dolor que estamos viviendo, nos referimos a focalizar parte de nuestra energía y de nuestro tiempo a comenzar un proyecto nuevo e importante, un sueño grande, una ilusión. Así que, todas las personas que tengáis frentes difíciles abiertos podéis comenzar por: remodelar vuestra casa, estudiar algo que tuvieses pendiente, entrar en un voluntariado, grabar un corto, montar un club deportivo, hacer una asociación, comenzar a escribir, etc. Procura que tus proyectos sean mucho más grandes que los problemas que tienes.