Para alcanzar tus sueños y tener éxito, primero plantéate si tienes las competencias que precisa ese proyecto. Hay aptitudes que puedes aprender, trabajar y mejorar con esfuerzo, pero hay otras que son imprescindibles para desempeñar determinadas profesiones y puede suceder, que tu parte humana no cuente con ellas: agudeza visual o auditiva, edad, ausencia de enfermedades crónicas, síndromes y alergias, altura, sensibilidad, ritmo, dureza, etc. Si la falta de una competencia en tu parte humana es el motivo de la futura falta de éxito y lo has constatado, no te entristezcas, afronta, analiza y resuelve sin quejas, con la dignidad propia de saber que, en esas competencias que te faltan, no va tu valía. Procura no desgastarte (hablaremos un día de ello) y cambia el rumbo en cuanto te permita tu cabezonería, céntrate en la búsqueda de un nuevo rumbo sin renunciar nunca a los que te apasiona. Hay actividades que nos apasionan y no necesariamente debemos profesionalizar todo.
A partir de ahí, elimina la gandulería, las excusas, la dejadez y las drogas. Trabaja duro, estudia, ponte cerca de personas luchadoras y exitosas, busca ayuda en lo que te cueste y un acompañamiento afectivo motivador, se perseverante, insiste y continua.
Esfuérzate. Por qué haces las cosas, el cómo las haces y el dedicarle el tiempo necesario, solo puede llevarte al éxito, siempre que ese ÉXITO, dependa de ti.
Fórmula del Éxito: Por qué + Cómo + Acción 100% = Éxito